Kinich, ubicado en el pintoresco pueblo mágico de Izamal, Yucatán, celebra 32 años como un referente de la cocina yucateca y la sostenibilidad. Reconocido por Greenpeace México por su modelo circular y libre de plásticos, este restaurante combina tradición culinaria con prácticas responsables que honran la herencia maya y el cuidado ambiental.
Un legado de gastronomía y responsabilidad social
Desde su fundación, Kinich trabajó para preservar la riqueza gastronómica de Yucatán, utilizando ingredientes locales y de temporada. Su filosofía se basa en tres pilares:
- Responsabilidad social empresarial
- Gastronomía sostenible
- Preservación del patrimonio cultural intangible.
Kinich mantiene un estrecho vínculo con productores locales que cultivan respetando la tierra y sus ciclos naturales. Además, cuenta con su propio huerto para complementar insumos, reducir desperdicios y elaborar composta, promoviendo un modelo de cero residuos.
Kinich: innovación y tradición en cada plato
Kinich ofrece platillos auténticos y circulares, diseñados para minimizar el desperdicio. Su menú destaca por el uso de técnicas ancestrales y recetas tradicionales, transmitidas de generación en generación. Entre sus especialidades se encuentran la cochinita pibil, sopa de lima, papadzules y queso relleno.
El restaurante también fomenta la conservación de la lengua maya y la difusión de las tradiciones culturales a través de actividades y eventos que enriquecen la experiencia de sus visitantes.
Reconocimientos y opiniones
Kinich fue galardonado en el 3er Foro de Expresión Socialmente Responsable de Yucatán 2022, destacando su compromiso ético y ambiental. En plataformas como Tripadvisor, recibe excelentes opiniones por su comida auténtica, ambiente agradable y servicio amable.
Los visitantes valoran la experiencia integral que ofrece Kinich, desde la calidad gastronómica hasta su enfoque sostenible y cultural.
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Kinich representa un ejemplo destacado de cómo la tradición e innovación pueden coexistir para ofrecer una experiencia culinaria auténtica y responsable. Su compromiso con la sostenibilidad y la cultura local lo convierte en una parada obligada para quienes visitan Yucatán.